ÁNGEL TAVERAS ES DOCENTE DE LA UNIVERSIDAD FÉLIX ADAM, ECONOMISTA CON MAESTRÍAS EN: NEGOCIOS Y RELACIONES ECONÓMICAS INTERNACIONALES Y EN GESTIÓN DE LAS INDUSTRIAS CULTURALES Y CREATIVAS.
ES ANALISTA ECONÓMICO SECTORIAL DEL MINISTERIO DE ECONOMÍA PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO DE R.D.
La educación es un proceso integral que busca desarrollar las facultades intelectuales, morales y afectivas de una persona de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenece. Para lograr un ser humano más consciente de la razón y del conocimiento, es necesario contar con las condiciones necesarias para un proceso educativo integral.
Todo plan educativo debe partir de este concepto. La estructura del sistema educativo del país debe responder a estos lineamientos como base fundamental de la enseñanza. Las sociedades avanzan y se crean nuevos paradigmas sociales, políticos, tecnológicos y culturales, razón por la cual, es necesario asumir un conocimiento nuevo y útil en los individuos en todas las edades.
Uno de los pilares fundamentales para lograr resultados que respondan a este concepto de “educar” lo constituye el docente. El docente debe tener competencia y capacidad para entender y responder al criterio de enseñar: ¿Qué enseño?, ¿Cómo enseño?, ¿Para qué enseño?.
Hoy día, las competencias del docente se complican mucho más. El mundo ha cambiado, la globalización trajo consigo el desarrollo de la tecnología, la información y el conocimiento (TICs), suficiente para tener capital humano capacitado para responder a nuevas competencias en el orden educativo, ya entonces, de manera global. El siglo XXI profundiza los cambios, surgen grandes fenómenos que ponen en vilo y desafían los procesos de enseñanza y aprendizajes en el mundo.
Uno de esos fenómenos ha sido la pandemia del año 2020, causada por el virus de la COVID-19, a escala mundial. Este evento ha resaltado la necesidad de adaptar la educación a las nuevas circunstancias y a las tecnologías disponibles para poder seguir enseñando y aprendiendo en todo momento y en todo lugar, a través de distintos tipos de herramientas y plataformas.
Esta adaptabilidad es similar a cómo el panorama en constante evolución de la industria de los casino en linea exige un enfoque dinámico para seguir siendo relevante y competitivo en el ámbito digital.
En un mundo global donde la “constante es el cambio”, los docentes deben ser capaces de adaptar continuamente en su práctica educativa las metodologías de enseñanza en función de los objetivos de aprendizaje que se desean lograr. Como dice la Dra. en Innovación Educativa Marcela Gomes Zermeño, “un buen educador no solo necesita tener un amplio conocimiento de la materia que imparte y un plan de estudio, sino también ser entusiasta, empático, innovador, flexible a los cambios y estar actualizado en las nuevas tecnologías”.
Algunas competencias que debe tener un docente son: organizar y llevar a la práctica situaciones de aprendizaje, gestionar la progresión de los aprendizajes, fomentar estrategias de inclusión, implicar a los alumnos en su aprendizaje y en su trabajo, trabajar en equipo, participar en la gestión escolar, y aprender y aplicar nuevas tecnologías.
En conclusión, la educación es un proceso continuo y cambiante, y para lograr los objetivos de formar a personas más conscientes y críticas, los docentes deben tener las competencias necesarias para adaptarse a las nuevas circunstancias y tecnologías, ser innovadores y estar siempre en constante actualización.
Autor: ÁNGEL TAVERAS.